Virginia, el mas popular de los tabacos

El tabaco Virginia debe su nombre a sir Walter Raleigh, un marino, corsario, escritor, cortesano y político inglés (sobre quien hablaremos en una próxima entrega) que popularizó el tabaco en Europa y quien a mediados del siglo XVI nominó también al vasto territorio que había descubierto en América del Norte, con el mismo nombre y quien fuera decapitado en Whitehall en el año 1618 por orden de un tribunal inglés.

Estudios arqueológicos sugieren que el origen del uso cultural de Nicotiana tabacum (nombre científico de la especie Virginia) se dio en la zona andina de América del Sur, a partir del 500 a/c. Al momento del desembarco de Cristóbal Colón, el 12 de octubre de 1492 en Cayo Samana (una pequeña isla de las Bahamas) el consumo estaba ya extendido por todo el continente. América casi en su totalidad ya conocía al tabaco y su uso era recurrente entre los pueblos originarios de las distintas regiones. Las primeras semillas se llevaron a Europa en 1559 y fueron plantadas en tierras situadas alrededor de Toledo (España) y desde allí su cultivo se extendió por el mundo entero.

La variable Virginia se produce en más de 70 países, desde Nueva Zelanda a Alemania y particularmente en los Estados Unidos, Brasil, India, Tanzania, Malawi, Zimbabwe, China y también Argentina, llegando a cubrir aproximadamente el 80% de la producción mundial de todo tipo de tabaco.
Los tabacos Virginia, son también conocidos como «Flue-Cured», debido al proceso de curación o secado por aire caliente. Son tabacos de color amarillo, no tienen un aroma muy marcado, son de sabor suave y de lenta combustión, estas características entre otras cosas, hacen que sea uno de los tipos de tabaco más consumido en el mundo por sobre otras especies, suma también en la elección su una alta proporción de azúcares que lo distingue en el sabor.

La cosecha del Virginia se hace hoja por hoja y luego se disponen colgadas en grandes secaderos en los que por medio de aire caliente se consigue el punto deseado. Este tabaco presenta buen aspecto al finalizar su proceso de secado y su tonalidad varía de un color amarillo claro a amarillo oscuro, del amarillo limón al caoba suave. Sus hojas son relativamente grandes, en particular, las que se desarrollan en mitad del tronco. Es una planta de que alcanza una altura que varía desde 100 hasta 130 cm, con 18 a 22 hojas aprovechables, que se cosechan progresivamente desde las inferiores (base) hasta las de los superiores (apical) de manera diferente respetando el periodo de maduración. Dentro de la misma variedad existen unas sub-variedades clasificadas según tonos y colores:

- Tabaco Virginia Amarillo: De color amarillo, en una tonalidad que puede variar desde el amarillo-limón al amarillo-plátano. Si bien es el que contiene mayor cantidad de azúcares, tiene un sabor cítrico, con lo que la combinación resulta en un sabor dulce y ácido a la vez.
- Tabaco Virginia Naranja: Con un tono anaranjado parecido a la paja, es algo menos dulce que el Amarillo.
- Tabaco Virginia Brillante: De tono a mitad de camino entre el amarillo y el naranja, con algunos toques de rojo.
- Tabaco Virginia Rojo: Color de pan tostado. Tiene un contenido bajo en azúcares.
- Tabaco Brown Virginia: Gracias al calor, la presión y el envejecimiento se consigue un sabor intenso, dulce y ligeramente terroso, aumentándose el contenido de nicotina de la hoja.
- Tabaco Virginia Negro: Se produce tostando un Virginia Amarillo sobre una superficie metálica hasta que se vuelve negro. Con este proceso, los azúcares se caramelizan y se obtiene un sabor afrutado y dulce.
Aunque la cuota de Virginia en Tucumán es menor en relación a la variedades Burley y Criollos, su producción está en permanente crecimiento.