La historia de la COPAT – Capítulo 1

La historia del cultivo y a posterior la industrialización del tabaco en Tucumán, está formada en gran medida por el trabajo mancomunado de medianos y pequeños productores. La historia que hoy vamos a desandar comienza a forjarse a partir del año 1979, cuando un grupo de productores de tabaco se reunieron bajo la necesidad de formar una asociación que los nucleara dentro de la Ley 19800, que comenzó a regir todas las actividades tabacaleras del país desde el 1 de enero de 1973. Esta ley brindaba una contención en materia de asesoramiento, producción, comercialización, importación y exportación, a industrialización, además de pautar las sanciones y otras disposiciones complementarias y servía también para controlar la formación de stock que podía resultar lesiva para la producción local, en desmedro de las variables del mercado, cuanto mayor era el stock producido, menor era el precio del tabaco percibido por los productores.

Nacía la primera cooperativa de productores asociados al tabaco, llamada inicialmente COTATUC, hoy COPAT, que es como nos referiremos a ella de acá en adelante.

Los inicios

El año 1979 marcaría el inicio de la cooperativa con una pequeña boca de acopio en Juan Bautista Alberdi. Un grupo visionario de productores comenzaron con una serie de aportes como cuota societaria, que oscilaba entre los 200 y 400 kg, siempre conforme a su capacidad de producción. El monto acopiado en ese año empezó a ilusionar a los miembros fundadores, quienes soñaban en un futuro no muy lejano, con tener una cooperativa fortalecida por el trabajo mancomunado.

Al pasar de los meses, el acopio siguió creciendo y en el año 1980 la producción y los aportes crecieron significativamente en paralelo y con el tiempo fue incrementando la cantidad de tabaco acopiado, lo que permitió el fortalecimiento de una idea que para el sector era primordial; la de poder competirles a las bocas tradicionales de acopio y otorgar una base fuerte de sustento a la cooperativa con los excedentes aportados.

Luego de dos años de intenso trabajo y siempre con el norte puesto en el crecimiento de la cooperativa, surgió una discusión puertas adentro del seno de los productores acerca del lugar donde sentaría su base de operaciones la COPAT, si en Juan Bautista Alberdi o en La Cocha. En estas dos localidades donde se asentaban la mayor cantidad de productores y ese dato daba lugar a una discusión que parecía eternizarse en una rosca sin sentido, hasta que algunos algunos miembros, decidieron con gran acierto cortar por lo sano y buscar un punto intermedio. Así y luego de un acuerdo general, la COPAT compró sus primeras seis hectáreas en La Invernada, punto equidistante entre La Cocha y Alberdi, las disputas territoriales quedaban así zanjadas.

Los años de crecimiento

En esos años, también se destaca la presidencia de Guillermo Bonilla, un dirigente que permanentemente dio pelea por el sector y que trabajó a destajo por el crecimiento de la cooperativa. Es bajo su mandato cuando empezó a esbozarse el proyecto para ampliar la organización primariamente agrícola, al terreno de lo industrial.

En la historia de la COPAT se destaca la presidencia de Guillermo Bonilla, un dirigente que permanentemente dio pelea por el sector y que trabajó a destajo por el crecimiento de la cooperativa

En esas seis hectáreas se planificaron, a través del proyecto del Fondo Especial del Tabaco, las  obras que años más tarde se concretaron no sin mucho esfuerzo; primero un galpón de acopio de 1500 metros cuadrados, destinado para el acopio de tabaco y luego se construyeron otros módulos que ampliaron la capacidad de almacenamiento hasta llegar a los 22.000 metros cuadrados cubiertos entre galpones cerrados y tinglados. Durante los años 81, 82 y 83, se construyó alrededor del 60% de los galpones con los que hoy cuenta la cooperativa. Fueron esos años los de mayor empuje y crecimiento del proyecto agroindustrial exportador soñado por los primeros productores. En paralelo comenzaba a desarrollarse la idea de la importación de una maquinaria de proceso que llevara a otra escala la actividad de la cooperativa y así es que comenzaron a funcionar dos comisiones, una ad-hoc  que diseñaba el proyecto industrial y la comisión permanente de la organización.

En 1983 comenzaron a llegar y a instalarse las máquinas de Brasil, primero toda una línea de despalillado y unas calderas del ex Ingenio Santa Ana que permitieron la amalgama de distintos fases de un proceso industrial montado y funcional del despabilado de tabaco. La obra estuvo terminada en 1984 y quedó marcada en la historia de la COPAT como el primer año de du producción industrial del tabaco. Todo el acopio de ese año fue procesado por la cooperativa con lo que el agregado de valor en origen se convertía en realidad. Este crecimiento trajo aparejado la aparición de los primeros clientes de porte del mercado internacional como el caso de la firma alemana Gebrüder  Kulenkampff – GFmbH, quien compró y exportó ese año la mayor cantidad de tabaco a distintos lugares de Europa. Hasta ese entonces el tabaco era llevado desde países como Brasil, Paraguay y de otras regiones de Sudamérica al viejo continente. Entrábamos en el mapa de la comercialización mundial.

Los inicios de la década del 80, marcaron un punto de inflexión en la producción y procesamiento del tabaco en la región, Tucumán tuvo que continuar el proceso de inversión, para actualizar su parque industrial y modernizar los componentes que tecnológicamente estaban quedando obsoletos. Se actualizaron equipos de prensado y otras maquinarias complementarias y se construyeron silos de cereales en el marco de una vinculación de segundo grado con la Asociación de Cooperativas Argentinas con quienes se desarrollaron proyectos de coparticipación de insumos y vías de comercialización de cereales y tabaco.

La década del 80, marcó un punto de inflexión en la producción y procesamiento del tabaco en Tucumán y en toda la región NOA

A finales de la década del 80 y principios de los 90 la industria tabacalera y la COPAT experimentaron otro fuerte impulso reflejado en la exportación de su producción. Con una demanda mundial creciente, los años noventa se presentaron como una década muy interesante para para el cultivo y para todos los que participaban del negocio del tabaco. El año 1991 fue el año con el pico máximo de producción  tabacalera en Tucumán, con unos 16 millones de kilogramos de tabaco producido, un logro increíble para la provincia.

Este crecimiento del sector se dio de esa forma gracias a la existencia del Fondo Especial del Tabaco, programa que también contuvo y apoyó las iniciativas y proyectos de los productores. El 80% de todas las inversiones que se concretaron para el sector, fueron gracias a los aportes de la Caja Ambar contemplada en la Ley 19 800 para esos proyectos.

La primera crisis

Pasados los años 92 y 93 y bajo la ley de convertibilidad implementada por Menem, Tucumán fue objeto de recortes en las asistencias del Fondo Especial del Tabaco. El gobierno nacional optó por focalizar su apoyo a Misiones en detrimento de Tucumán. La provincia mesopotámica por esos años, realizó un fuerte lobby en el seno del gobierno nacional que rindió sus frutos. Casi sin apoyo del Fondo Especial del tabaco, la COPAT ingresó en un proceso de quiebra entre los años 1994 y 1995 por una irrisoria cifra de 60 mil dólares de deuda. La medida dictaminada por un juzgado civil y comercial de segunda nominación de la Ciudad de Concepción nombró a un síndico que siguió el proceso concursal de la quiebra.

A partir de ese momento la cooperativa ingresó en un parate total de sus actividades, con sus puertas cerradas y ninguna participación en el sector tabacalero desde 1994 y hasta el año 2002. Con esa prolongada y ominosa pausa, se cerraba el primer ciclo de vida de la primera cooperativa de productores tabacaleros de la provincia, años más tarde la historia le daría una chance más al sueño de los primeros visionarios, pero eso es materia de la próxima entrega de nuestras Historias del Tabaco.